domingo, 3 de noviembre de 2013

No es SIG pero son historias que merecen ser contadas....

En mis andares y destinos me toco volver a vivir en el trópico de Cochabamba. Esta vez con un trabajo que lo realice de forma inicial de un proyecto educativo para jóvenes indígenas de Áreas Protegidas (AP). Este proyecto es singular e interesante, ya que permite realizar el servicio militar obligatorio (el cual no me parece) y educación técnica básica. Muchas cosas pasaron desde entonces y ahora estoy aquí, aprendiendo junto ellos, en esto de la complejidad de la educación con jóvenes.

Curso de agroforesteria

Algo que también tengo que contar es que estos jóvenes son indígenas de origen T´siman, Yuracare y Moxeno Trinitario, de la misma forma se “colaron” varios interculturales, lo cual me parece bien  y me genera paz saber que entre ellos se identifican en muchos formas, y sobre todo en sus ganas de aprender y hacer algo por sus comunidades o sindicatos. Acotando,  muchos de ellos no terminaron la secundaria e inclusive la primaria. Muchas necesidades en lugares donde muchas veces idealizamos esos espacios.
En este caso tengo que escribir sobre varios jóvenes, muchos de ellos singulares en su forma de ser, pero sobre todo por la tenacidad de su trabajo y lo buscan para ellos.

Muchas diferencias, como las de un joven T´siman de Ushve, comunidad de Alto Secure, apodado entre sus colegas como “cerebro”. Este muchacho curso hasta segundo básico pero todos lo llaman cerebro, muchos dirán porque??. Este joven, me comenta, trabajo un par de años por Tarija y otros en Beni donde aprendió a hablar el español y adquiero otros conocimientos. Esto le ayudo bastante entre sus compañeros, ya que es él quien se brinda a enseñar a sus compañeros T´simanes cuando no entienden algo. Es el más pequeño de la compañía pero es el que tiene más ganas de trabajar y aprender, él siente la responsabilidad de su comunidad sobre sus espalda.

También hay otro muchacho proveniente de Moleto. Este joven nació en la zona pero sus padres, él comenta, son de Potosi. Tiene muchas ganas de aprender y maneja muy bien las herramientas de laboreo. Me comenta que sus padres tienen su cato de coca y que produce frutas y yuca. Él es mejor ejemplo de interculturalidad; él no decidió ir a vivir a esa zona, nació en ella, pero mantiene muy bien sus raíces, como también se lleva muy bien con sus compañeros de la zona y al igual que ellos tiene muchas dudas y preguntas sobre el futuro de su hogar, de su territorio.

Aprendiendo con ellos

Hay muchos jóvenes singulares: Ángel, el “Caimán viejo”, Pastor, Carlos, etc. Con muchos sueños, con muchas esperanzas. Creo que un error gigante que podemos cometer es tratar de instrumentalizar y llenar sus mentes y corazones de ideas o posiciones políticas; que sean otras   las voces que en nombre de ellos buscan decidir su futuro desde la comodidad de sus hogares, ya sean oficialistas u opositores. Lo mejor, creo, es que ellos busquen lo que es mejor para sus comunidades, lo que es mejor para ellos. Ellos quieren aprender, muchos de ellos quieren conocer y saber cuál es el destino de su territorio, si es verdad o mentira ese repentino interés por erradicar la extrema pobreza en su territorio. Nosotros, quienes ahora estamos en este proyecto, tenemos que brindar todo nuestro apoyo, incondicional sin pedir nada a cambio. Creo mucho que la nueva Bolivia se va construyendo en base a una nueva lectura desde las tierras bajas.


Un gran muchacho

Ahora estoy conviviendo con ellos, aprendiendo mucho de esto de la enseñanza con jóvenes indígenas. Estoy enseñando y aprendiendo junto con ellos. A fin de mes terminare de realizar la memoria de este proyecto con todo lo bueno, malo y feo que llevo consigo llevarlo a cabo durante este año. Tratare de generar todas las pautas para los muchachos se apoderen de este proyecto como también sus comunidades, esto con el fin de ellos mismos lideren y encaminen sus necesidades y demandas a futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario